jueves, 16 de octubre de 2014

MANIFIESTO CON MOTIVO DEL DÍA MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN



MANIFIESTO

Hoy, Día Mundial de la Alimentación, constatamos que 805 millones de personas siguen pasando hambre en el mundo.

A pesar de la tendencia positiva en la disminución del hambre recogida en el último informe de la FAO, todavía una de cada nueve personas sufre desnutrición crónica, mientras que en el mundo se desperdicia el 30% de todos los alimentos producidos.  

En  esta  Jornada,  Manos  Unidas,  Justicia  y  Paz,  Confer,  Redes,  Obras  Misionales  Pontificias  y  Cáritas volvemos  a  sumar  nuestros  esfuerzos  en  el  marco  de  la  campaña  global  “Una  sola  familia  humana, Alimentos para todos” para RECLAMAR el derecho de todos los seres humanos a una nutrición suficiente, sana y adecuada, como parte esencial de una vida digna.

DESDE  NUESTRA  FE  en  Dios,  Señor  y  dador  de  vida  y  de  toda  la  Creación,  y  DESDE nuestra opción evangélica y preferencial por los más pobres y vulnerables, inspirada en una ética de la solidaridad que promueva la creación de estructuras sociales justas, REAFIRMAMOS NUESTRA DEFENSA del destino universal de los bienes, incluidos los alimentos, así como el uso responsable de los recursos naturales.

SOMOS TESTIGOS, por nuestro trabajo de acompañamiento a las comunidades más olvidadas de todo el mundo,  de  las  urgentes  necesidades  y  la  vulneración  de  los  derechos  humanos  de  quienes  han  sido definidas por el Papa Francisco como “víctimas de la cultura del descarte”. 

Por  todo  ello,  en  esta  jornada  hacemos  un  llamamiento  a  la  ciudadanía  a  COMPROMETESE  con  la realización efectiva del derecho a la alimentación de todas las personas.

Por eso os invitamos: 

1. A  mantener  un  estilo  de  vida  basado  en  el  consumo  responsable  y  sostenible,  que  evite el desperdicio de los alimentos, por sus efectos ambientales y su repercusión en el alza de los precios, y que en definitiva incide en la inseguridad alimentaria de los más vulnerables.

2. A pedir a los poderes públicos y representantes políticos que:

•  Sitúen,  tanto  a  nivel  estatal  como  europeo,  el  Derecho  a  la  Alimentación  en  el  centro  de  las estrategias de Gobierno y lo protejan de los intereses del mercado cuando éste intente utilizar los recursos de la tierra, el agua, las semillas y el trabajo en beneficio de unos pocos.

•  Acometan  el  objetivo  de  Acabar  con  el  Hambre  en  la  nueva  agenda  de  desarrollo  “Post  2015”, dado que el hambre es la manifestación más extrema de la pobreza.

 •  Respalden  un  modelo  agrícola  sostenibledestinando  al  menos  un  10%  de  la  Ayuda  Oficial  al Desarrollo a la agricultura familiar y dando prioridad a la producción de alimentos sobre el cultivo de agrocombustibles y actividades intensivas que conllevan la degradación de los ecosistemas.

•  Implementen  un  marco  regulador  que  evite  la  inflación  del  precio  de  los  alimentos  y  su desperdicio, en cualquiera de las etapas de producción y consumo.

•  Incluyan a agricultores, pescadores artesanales y organizaciones de la sociedad civil (OSC) como socios expertos en la lucha contra el hambre a la hora de diseñar políticas públicas, definir líneas de financiación y acometer la regulación de los mercados.

•  Apoyen la consecución de un acuerdo internacional para frenar el cambio climático, que dé pie a modelos más sostenibles de producción de energía y de alimentos, y a contar con la financiación adecuada para facilitar la adaptación de las comunidades más vulnerables a sus efectos negativos.

16 octubre de 2014, Día Mundial de la Alimentación.



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